Neutro en Carbono
En Guiyang más del 90% de la flota de la ciudad funcionará con taxis propulsados por metanol.
La media europea en emisiones de CO2 en vehículos de pasajeros por auto en 2022 era de 116.3 gramos por kilómetro. En cambio, el Geely Emgrand M100, no híbrido, impulsado por metanol, emite sólo 46 gramos por kilómetro de CO2.
Ciudad de México, 23 de enero de 2024.- El Grupo Geely señala que los combustibles verdes como el metanol, serán vitales para lograr una neutralidad en carbono para 2050. Geely está llevando a cabo una fuerte inversión en investigación y desarrollo de metanol, para ayudar a reducir la mancha de carbono en el ambiente.
Retrospectiva sobre neutralidad de carbono
En 2020, más de 50 países de todo el mundo firmaron un acuerdo para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. El éxito de sus esfuerzos puede llegar a definir el siglo XXI e incluso el futuro de la vida en nuestro planeta.
Aunque es difícil llegar a un acuerdo sobre el mejor enfoque, está claro que explorar una variedad de opciones permite a países y organizaciones determinar rápidamente qué soluciones pueden ser las más valiosas.
En el mundo del automóvil, el consenso actual es que los vehículos eléctricos de batería son la mejor opción, ya que no emiten gases de escape y su huella de carbono a lo largo de su vida útil es aproximadamente un tercio menor que la de los vehículos convencionales con motor de combustión interna. Sin embargo, se prevé que la ampliación de la infraestructura y la cobertura universal de los coches eléctricos, aún tardarán un par de décadas más, por lo que se necesitarán soluciones provisionales para hacer frente a la urgente necesidad de actuar.
¿Cuáles son las opciones?
La idea de los “combustibles verdes” está ganando adeptos y uno de ellos es el metanol, en el que el Grupo Geely lleva invirtiendo mucho desde 2005. En su aplicación del metanol verde como combustible, la marca ha adoptado un enfoque holístico para considerar todo el ecosistema del combustible de metanol, desde la producción con métodos renovables hasta los casos de uso activo en toda China.
El trabajo de Geely con la producción de “metanol verde” nos remonta a 2015, cuando invirtieron en una empresa islandesa poco conocida, llamada Carbon Recycling International (CRI). Con sede en las afueras de Reikiavik, CRI había estado buscando formas de hacer un uso productivo del dióxido de carbono, elaborado naturalmente por la actividad volcánica de la isla.
Capturando el dióxido de carbono y combinándolo con hidrógeno, producido por electrólisis en la planta de CRI utilizando energía renovable, la empresa fue capaz de producir metanol verde como combustible, tomando un producto de desecho que entraría en la atmósfera por sí mismo y reutilizándolo.
El éxito de este programa impresionó a Geely lo suficiente como para llevar la tecnología a China, donde construyeron la primera planta de reciclaje de dióxido de carbono en metanol del país, en Anyang. Sin embargo, en lugar de utilizar la actividad volcánica para generar dióxido de carbono, Geely trató de abordar el problema más importante de las emisiones de carbono de la industria pesada, con el fin de evitar que entraran en la atmósfera en su origen.
La industria pesada es uno de los mayores contaminantes del planeta y, aunque se están haciendo muchos esfuerzos para reducir el impacto que los distintos métodos de producción tienen en el medio ambiente, algunas cosas no son fáciles de fabricar de forma limpia. Con la tecnología de captura de carbono, Geely puede tomar ese dióxido de carbono residual de la industria pesada antes de que entre en la atmósfera y reutilizarlo como un combustible diferente, de combustión más limpia, el metanol.
Esta es la razón por la que el metanol puede clasificarse como combustible “verde”. Dado que las emisiones de dióxido de carbono habrían entrado en la atmósfera de todos modos, son “gratuitas” para los vehículos que utilizan el metanol, lo que reduce aproximadamente a la mitad la cantidad que se habría producido de otro modo. Pero eso no es todo, porque el metanol también se quema de forma mucho más limpia que la gasolina, produciendo un 99% menos de óxidos de azufre, un 60% menos de óxidos de nitrógeno y un 75% menos de partículas.