Ruta Sierra de Santa Rosa, Guanajuato
Un espectacular recorrido por el histórico camino que partía desde la antigua Ciudad de los Palacios, capital del Virreinato de la Nueva España, hasta Nuevo México, por donde circulaban personas, mercancías y la plata de las minas que alimentaban las arcas de la Corona, al otro lado del Atlántico. Hoy en dicho camino es posible observar también manadas de caballos salvajes.
Texto y fotos: Axel Trujillo de los Santos
Los viajes producen variedad de experiencias, pero hay algunos o muchos que se nos quedan grabados de forma indeleble en corazón y mente, y el estado de Guanajuato es uno de esos destinos que las propician por su gran variedad de productos turísticos de gran calidad, entre ellos de aventura y naturaleza que se combinan y mezclan con cultura, historia, gastronomía y ocio, entre otros.
Una de esas sorprendentes experiencias sucede en el histórico y legendario Camino Real de Tierra Adentro, parte de cuyo rastro aún es posible seguir en ese estado del centro de la República Mexicana en cuatrimoto, una ruta interpretativa de cuatro a seis horas creada por Raúl Jaramillo, presidente de la Asociación de Turismo de Naturaleza y Aventura del Estado de Guanajuato y director general de la empresa Turismo Alternativo en Guanajuato.
El dirigente explicó que en su empresa se dedican a crear experiencias “que tengan que ver con el contacto con la naturaleza, como rappel, senderismo, cabalgatas, vuelo en globo, ciclismo, en fin todo lo que tenga que ver con aventura en Guanajuato”.
La de cuatrimotos es una ruta interpretativa que comienza en la zona llamada Marfil, ubicada en uno de los tantos cerros al lado de la ciudad, antiguo pueblo minero integrado a Guanajuato Capital, “y lo que hacemos es llegar a la ciudad por carretera de un solo carril, empezar a circular por su calles, callejones y túneles, pero nuestra primera parada es en la antigua mina de Rayas, el origen de la ciudad de Guanajuato y la más importante por su gran aportación de plata”, explica el director de la empresa Turismo Alternativo en Guanajuato.
Es una parada obligada para observar la ciudad desde su mirador, ubicado a 2600 metros de altitud, desde el cual se aprecia una panorámica impresionante con una perspectiva muy diferente y donde los participantes tienen la oportunidad de tomar fotos desde diferentes ángulos y hacia diferentes puntos de la urbe, así como entre ellos mismos.
El recorrido continúa por la sinuosa carretera y comienza a descender hacia Guanajuato Capital entre calles empedradas y estrechas, callejones en pendiente, para llegar a la calle principal y circular por la parte subterránea, la de sus característicos e inigualables túneles, que en un principio fueron cauce de río, dándonos una salida espectacular hacia la montaña.
Esos caminos que en un principio eran de terracería son el histórico Camino Real de Tierra Adentro, el cual transitaba la gente de las poblaciones desde antes de la época de la independencia y salía con lo que necesitaba, como alimentos, ropa, herramientas, la plata de aquel entonces, “y en la actualidad paramos en lo que fueron algunos pueblos mineros para poder observar lo que era la vida del minero, lo que eran aquellas comunidades mineras, integrándonos un poco con la gente de la comunidad”, explica Raúl Jaramillo.
Patrimonio de la Humanidad
Inscrito en el año 2010 por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, en lo que se refiere a una porción del Camino Real de Tierra Adentro que cruza por el territorio mexicano, también conocido como el Camino a Santa Fe, con sus 2560 kilómetros de longitud desde mediados del siglo XVI y hasta el siglo XIX constituía la mayor ruta comercial terrestre del mundo, la cual iba desde la Ciudad de México hasta la ciudad de Santa Fe, Nuevo México, Estados Unidos.
Algunos historiadores e investigadores coinciden en que mucho antes de la llegada de los conquistadores diversas tribus nómadas y después las civilizaciones que surgieron y florecieron a lo largo de esas regiones habían establecido la red de comercio que después se convertiría en el Camino Real de Tierra Adentro, de los cuales hubo otros, pero no de la misma longitud del que nos ocupa; y aquellos pueblos del valle de México con los del norte comerciaban entre ellos a través del intercambio de productos como la turquesa, obsidiana, sal y plumas.
En el trayecto central se encontraban importantes yacimientos de plata, por lo que a esta porción del camino que comunicaba la Ciudad de México con dichos yacimientos en Zacatecas se le llamó la Ruta de la Plata o el Camino de la Plata, aunque por lo general se le llama así a todo el Camino Real de Tierra Adentro.
La ruta completa daba acceso a diversas zonas y ciudades mineras de la Nueva España productoras de plata y otros minerales, entre ellas Mineral del Monte, Pachuca, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Fresnillo, Zacatecas, Chihuahua, Santa Bárbara y Parral. Además de servir para transportar la plata extraída también por ella se transportaba el mercurio importado de Europa.
Durante el Virreinato surgieron poblaciones que servían como puntos de apoyo para todo el camino, las cuales en un lapso de tres siglos legaron un patrimonio cultural de gran valor que incluye archivos, obras de arte religioso y civil, manifestaciones musicales y festividades, gastronomía y tradiciones orales.
Tierra sedienta
Guanajuato es semiárido en gran parte de su territorio y en la ruta, por lo que demanda mucha agua para saciar su agobiante sed; antes de llegar al primer pueblo minero pasamos frente a la presa de Mata, un vaso regulador que atiende a la actividad minera de la zona, y otras destinadas al consumo de las diferentes poblaciones y necesidades primarias.
Los diferentes embalses de la zona regulan el nivel del agua en Guanajuato Capital: “cuando llueve, sube, y eso ha pasado siempre; abajo del actual Guanajuato hay ‘dos Guanajuatos’ enterrados por grandes lluvias registradas en el pasado, mismas que fueron azolvando la ciudad”, añadió el empresario de turismo de aventura.
La primera parada de nuestro recorrido en la brecha transitada en su mayoría por ciclistas, motociclistas, cuatrimotos y vehículos pequeños todo terreno, es el pueblo Mineral del Monte San Nicolás; los aventureros efectúan una derrama económica al consumir bebidas y golosinas antes de proseguir.
La emoción y adrenalina aumentan conforme avanzamos por el estrecho y sinuoso camino, en parte arbolado, hacia lo alto del mismo, donde se ubica una presa de lodo seco blanquecino; es una presa de jales, porque Guanajuato tiene presas de agua y presas de tierra; los jales son residuos de la producción minería: cuando retiran los metales preciosos, oro y plata, queda tierra y ésa se tiene que depositar en algún lugar, por lo que se van formando, mediante lodos, grandes presas, que después de 300 ó 400 años llenan cañadas.
A esta altura la ruta forma parte de la Sierra de Santa Rosa, que divide de manera natural el Bajío de Guanajuato y la Sierra Central, la cual empieza su ascenso.
Los 52 kilómetros de que consta esta ruta interpretativa se realizan en 4 horas, recorrido durante el cual, con suerte, pueden apreciarse caballos silvestres o salvajes, cuyo origen es incierto, aunque pudiera deberse, según algunas versiones, a que sus dueños los liberaron o abandonaron por causas desconocidas o se escaparon y no pudieron ser recuperados, el hecho es que trotan a lo lejos por la zona sin que nadie intente capturarlos y ya forman parte del paisaje.
Las manadas se reprodujeron y a la fecha podrían sumar alrededor de 200 ejemplares o poco más que, libres como el viento, pastan en la meseta semidesértica y resultaron un atractivo para las fotos a distancia de quienes participaron en nuestro grupo, como parte de las rutas de aventura organizadas por la feria de turismo de naturaleza ATMEX 2022 realizada en Guanajuato Capital.
Continuamos hacia un mirador natural para admirar en la montaña de enfrente una espectacular panorámica de Guanajuato Capital. Después de un rato de contemplarla e infinidad de fotos, comenzamos el descenso, en cuyo trayecto nos cruzamos con camiones de una mina y otros vehículos.
“Las rutas que tenemos actualmente conectaban antiguamente una población con otra, en aquel entonces Dolores con Guanajuato; San Miguel (ahora de Allende) con Guanajuato: Y tenemos una gran cantidad de caminos vecinales entre comunidades, que se conectan y forman esta ruta que recorrimos, de mineros y traslado de mercancías, pero siempre es un gusto poder circular por esos caminos”, explica el dirigente de la Asociación de Turismo de Naturaleza y Aventura de Guanajuato.
Dijo que la idea de realizar el recorrido en cuatrimotos es una iniciativa propia, después de tantos años de recorrer caminos en ese tipo de vehículos en diferentes partes del país, y aquí en bicicletas, “por lo que conocíamos la zona; de repente se presenta la oportunidad de crecer el negocio, y decidimos realizar la inversión en cuatrimotos”, y aclara: “son recorridos ligeros, no son carreras, son tours y vamos a velocidad lenta, la que establece el guía, por ser una ruta turística de apreciación e interpretativa”.
El precio por cuatrimoto para 2 personas cuesta 3,700 pesos, en opción de cuatro horas; la de 3 y 6 horas, 3,100 y 4,700 pesos, respectivamente, toda una experiencia.
El final del recorrido de montaña desciende en la presa de La Olla, que es parte de Guanajuato Capital y un embalse regulador muy antiguo que le da agua a la ciudad, sitio donde consumimos ricos antojitos para contribuir a la derrama económica de los pobladores. Y desde la orilla del embalse y frente a él, hacia lo alto de la montaña, pudimos sorprendernos una vez más con el faro que la corona.
¡Imagínense! Un faro en la zona montañosa del centro del país que carece de mar.